Siempre nos preocupamos por alimentar nuestro estomago, es decir, el cuerpo, la carne, la misma siempre tendrá deseos, pero se nos olvida que ella, no es eterna, porque como la vela se consume con el tiempo mientras está encendida, así mismo, nosotros nos consumimos con la muerte. Pero pocos son los que descubren como alimentar su corazón y es que la receta es la palabra de Dios, el tener fe y búsqueda constante en oración con el señor, nuestro corazón comenzará a ser cada día más acercado a nuestro Dios, quien conocemos que es Amor, por lo tanto, debemos alimentar nuestro corazón para reflejarlo en nuestro aspecto físico. Les dejo este pasaje de la Biblia, para ver que podemos aprender al respecto:
El corazón alegre hermosea el rostro. Prov 15:13.
Reflexión: Evalúa como esta tu corazón y luego ve tu rostro.
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