Cuando haces esta declaración “Venga tu reino”, el Reino de Dios viene, pero muchas veces nosotros, no lo recibimos, por incredulidad, pero Jesús nos quiso enseñar, que todos nosotros tenemos la oportunidad de Recibir el Reino de Dios, todos sus principios, estatutos, dones, talentos, aplicarlo en nuestra familia, amigos, trabajo, iglesia, todo lugar donde lleguemos son Reinos, que debemos ejercer autoridad.
Cada uno de nosotros aquí en la tierra, desde el primer momento que nos hacemos hijos de Dios (Juan 1:12-13), el como buen Padre reparte la herencia, y nos entrega un Reino, en el cual debemos tomar posesión y gobernar.
José por ejemplo, en la casa de Potifar, lo entreno como mayordomo para que cuando asumiera.
El Señor con cada situación que vivimos nos entrena para gobernar naciones, reinos, dentro de nosotros esta esa naturaleza que se habla en Génesis 1:28, ejercer dominio y sojuzgar la tierra.
José recibió su reino cuando tubo el sueño, el tenia el sueño de gobernar, y gobernó.
Venga tu reino, el Señor nos entrega un Reino a cada uno de nosotros y tenemos la decisión de recibirlo.
El nos constituyo reyes y sacerdotes, todo cristiano tiene un reino que conquistar Para poder reinar necesitas un sueño de Dios.
El tamaño de tu sueño, es el tamaño del Reino Que recibirás.
A Jesús se le fue entregado el Reino de los cielos, y el no los reparte a nosotros.
El Señor Dios entrega su Reino a sus hijos cuando entras en su presencia.
Un Reino es un lugar donde ejerces autoridad, entonces cuando oramos ejercemos autoridad porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre, eso por lo que oras, Dios te lo entrega, para que gobiernes.
El Señor se agrada cuando consigue hombres que se atreven a decirle no al pecado, en otras palabras que son diferentes.
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